
¿Te da pena tirar la comida que sobra o la que se ha estropeado por llevar mucho tiempo en la nevera sin usar? ¡No te preocupes! Voy a explicarte cómo la cocina de aprovechamiento puede ayudarte.
Qué es la cocina de aprovechamiento
La cocina de aprovechamiento consiste en además de no desperdiciar comida, en aprovechar sobras de alimentos cocinados y en exprimir al máximo las posibilidades de éstos para que no se conviertan en desperdicios alimentarios.
Seguro que en alguna ocasión has tenido que tirar alguna pieza de fruta porque se ha podrido en el frutero o has desperdiciado una parte de la verdura que sí se come y ni lo sabías. Además de cuidarnos de no tirar la comida por un simple hecho ético o de empatía hacia las personas que simplemente no tienen el acceso que nosotros a los alimentos, es una auténtica pena ver cómo desde los supermercados o restaurantes hasta desde nuestros propios hogares tiramos comida que puede tener una segunda oportunidad. ¿Quieres saber cómo ahorrar en comida y, por ende, en tu economía familiar? Te lo cuento:
Consejos para no tirar la comida
Hay algunos tips que puedo darte que fundamentan esta línea de pensamiento y que puedes aplicar fácilmente en casa para ahorrar:
Organizar la compra y menú semanales
En una buena planificación reside la base del ahorro. Saca unos minutos de tu tiempo, coge un boli y papel y piensa qué vas a cocinar esa semana. Comidas y cenas principalmente y luego veremos la base de la despensa. Anota el menú y después revísalo para anotar los ingredientes que necesitas para ver qué debes comprar.
Cuando vayas al súper o hagas tu compra online, cíñete a lo anotado y no caigas en tentaciones. Si comparas lo que te costaron las compras previas (si no las llevabas organizadas) y la nueva compra, verás la diferencia.
Conserva bien los alimentos sin cocinar y los sobrantes
Bien sea alimentos cocinados o la media cebolla que te sobró tras preparar la comida, debes saber cómo guardarlos para que no pierdan sus propiedades o se estropeen antes de darle un nuevo uso.
Se recomienda utilizar tuppers de cristal y herméticos, la refrigeración en nevera o el congelado como métodos de conservación más comunes. Pero vamos por partes:
- Frutas: La fruta entera puedes conservarla fuera del frigo, si está algo inmadura y, si ha madurado, métela en la nevera para que se conserve por más tiempo. Si está cortada, ponla en un tupper con unas gotitas de limón. Consúmela a las pocas horas.
- Carne: la carne fresca puede aguantar hasta una semana (según carne) en la nevera y meses en el congelador. El embutido loncheado debe permanecer refrigerado pero si es en barra puedes tenerlo fuera de la misma. Si está cocinada consúmelas en máximo 48h.
- Pescado: si es fresco debe consumirse como muy tarde a las 48h de estar en la nevera y mantenerlo ahí en un recipiente bien hermético para que los olores no invadan el refrigerador. Si es congelado, puede mantenerse algunos meses en el congelador. Si lo has cocinado, consúmelo máximo en dos días.
- Lácteos y derivados: vienen marcados con la fecha de caducidad límite pero si se abren, como en el caso de la leche, deben consumirse en máximo 72h y, por supuesto en nevera.
- Legumbres: almacénalas en lugares secos y frescos. Si están cocinadas, te aguantarán 3-4 días en nevera en recipiente hermético.
- Sopas o caldos sobrantes: consérvalos en un recipiente hermético y en nevera. Puedes congelarlos pero si llevan patata, retírala previamente.
- Conservas enlatadas: Deben extraerse de su lata y guardarse en un recipiente de cristal, preferiblemente, para evitar contaminación por la oxidación de la lata.
- Restos de comidas con pastas, huevo o legumbres: pueden aguantar en la nevera hasta 4 días. No congeles la pasta ni el huevo.
Así mismo, no debes olvidar estos 3 últimos consejos:
- Contaminación cruzada: debes cuidarte de colocar productos cocinado cercanos a productos crudos o en proceso de descongelación. Pueden transferirse líquidos de unos alimentos a otros y contaminarlos afectando a tu salud.
- Respetar cadena del frío: cuidado al transportar los alimentos que deben estar congelados o refrigerados. Si vives muy cerca del súper quizá no necesites bolsa de frío para su transporte pero si vas a tardar en llegar a casa, te conviene llevarlos así. Muchas bacterias proliferan cuando no están a bajas temperaturas.
- Prohibido re-congelar: cuando un alimento se ha descongelado, se debe consumir o cocinar. Nunca debe volver al congelador.
Servirte en el plato lo que has de comer
Parece obvio pero a veces nos servimos una ración extra-grande y lo que ha quedado en el plato ya no puedes guardarlo. Es más práctico, servirte una cantidad razonable y repetir si lo deseas. De esta forma, si sobra comida, puedes reutilizarla.
Cocina de aprovechamiento: exprimir el alimento al máximo
Cuando compramos los alimentos, a veces desperdiciamos partes, que pueden tener su uso. Por ejemplo el POLLO. Compramos una pieza entera y podemos a provechar:
- Manitas o patas: puedes freírse y dicen que es un manjar.
- Pechugas: puedes cocinarlas al vapor, vuelta y vuelta, en guisos, empanadas…
- Alas: suelen cocinarse fritas y acompañadas de ajo o limón.
- Cuartos traseros: Muslos y contramuslos. Ideales para preparaciones acompañadas de patatas o salsas.
- Cuello, patas y vísceras: se emplean en la elaboración de caldos, sopas o fondos para proporcionar sabor.
No dejes de caduque
Muchos alimentos llevan la fecha de caducidad impresa en el recipiente. Es natural que no recuerdes la fecha de cada alimento que compraste pero yo tengo un truco para emplear primero los que tienen la caducidad más próxima: ponlos en el frente de la nevera.
Me explico: al colocar la compra, coloca los yogures con la caducidad más larga al fondo y delante de estos los de caducidad cercana. Así te aseguras consumirlos los primeros. Otros alimentos como las carnes o pescados puedes optar por dejar en la nevera los que consumirás en las próximas 48h y guardar en el congelador los que tardarás más en consumir.
Batch cooking: cocina de aprovechamiento para toda la semana.
En un post anterior ya comentamos en detalle y con ejemplos cómo hacer batch cooking y es una técnica muy socorrida que te ayudará a aprovechar más los alimentos, la energía del hogar y tu tiempo para hacer otras cosas. ¡echa un vistazo y anímate a probarlo!
Recetas de aprovechamiento
Por último voy a comentarte algunos ejemplos de recetas de aprovechamiento que puedes resultarte útiles. Hay millones de preparaciones que puedes realizar con sobras de comida pero voy a comentarte un ejemplo de cada por abreviar. ¡Que las disfrutes!
Cocina de aprovechamiento con legumbres
Has hecho unas lentejas pero te ha sobrado casi un plato y no sabes qué hacer con ellas. ¡Pues haz hamburguesas! Es una forma de aprovechar las lentejas sobrantes y no consumir tanta carne en tu alimentación.
Toma las lentejas, si tienes caldo, escúrrelas. Ponlas en un bol y machaca con el tenedor añadiendo comino, sal y pimienta negra y un poco de pan rallado hasta que cojan consistencia. Pasa por la sartén vuelta y vuelta y ¡listo!
Sobras de carne
¿Has cocinado un pollo al horno y han fallado tus invitados? Ahora tienes pollo para un semana. ¡Tranquilo/a! Vamos a hacernos una ensalada completa. Coloca en un bol la variedad de lechuga que más te apetezca, tomate, maíz, aceitunas, huevo duro y ¡el pollo sobrante! a dados. ¡Ya tienes cena saludable!
Cocina de aprovechamiento con pescado
Preparaste salmón para cenar pero no tenías tanta hambre como pensabas y sobró. ¡Utilízalo para hacerte un wrap! toma unas tortitas de trigo, pisa con un tenedor un aguacate maduro y extiéndelo como base. Añade queso freso, brotes verdes y desmenuza el salmón para echarlo también. Enrolla y ¡a comer!
Sobras de verduras
¿Cocinaste unas verduras como guarnición pero no las usaste todas porque eran demasiadas? Coge la batidora y hagamos un puré. Añade simplemente caldo de pollo, de verduras o queso batido. Te quedará riquísimo.
Sobras de arroz
Cociste arroz pero te ha sobrado un poco ¡reconviértelo en pimientos rellenos! Coge el pimiento y corta la parte superior retirando las semillas interiores. Asa por 20 minutos en el horno. Extrae y mete dentro una mezcla que harás con el arroz sobrante: arroz con atún y pasas sultanas. Rellena el pimiento y mete 5 minutos más al horno. ¡Ñam!
Cocina de aprovechamiento con pasta
Si tienes macarrones de sobra en la nevera, puedes añadirles salsa bechamel y hacer un gratinado en el horno. Comes pasta pero de otra forma.
Aprovechar la fruta muy madura
No tires esa fruta que está muy madura. ¡Vamos a hacer mermelada! Prepara medio kilo de fruta (pueden servirte fresas, melocotón o ciruelas, por ejemplo), una cucharada de zumo de limón y unos 300g de azúcar. Pon en un cazo la fruta con el limón y hierve unos 30 minutos. Añade el azúcar y cocina unos 45 minutos más. Sí, es tedioso pero el resultado ¡es espectacular!
Reutilizar el pan duro
A mi me encanta hacer sopa de ajo. Sofríe unos taquitos de jamón serrano, añade 2 dientes de ajo troceados y cuando cojan color, añade el pan y remueve hasta que se empape de aceite un poco. Añade caldo de pollo, colorante alimentario y pimentón dulce y remueve. Pasado un minuto añade un huevo crudo y remueve. Cuando el huevo vaya adquiriendo color blanquito, retira y ¡disfruta!
Y podríamos hacer muchas más recetas aprovechando restos de alimentos. ¡Anímate a probar alguna!